Las aduanas mexicanas están a punto de sufrir su mayor cambio en una década. Presidente Claudia Hinbaum para promover la reforma de la Ley de Aduanas recientemente aprobado en el Senado, pero se aplicará el 1 de enero 2026 tiempo. Detrás de este período de amortiguación de un año, es el juego de todas las fuerzas y compensaciones - las nuevas normas prometen crear un entorno más transparente de aduanas, sino también los costos ocultos de las preocupaciones ocultas.
Cambio fundamental: una actualización completa de “quién lo hace” a “cómo hacerlo”.
El núcleo de la nueva legislación es una reestructuración del sistema. El Comité de Aduanas, compuesto por el Ministerio de Hacienda, la Autoridad Nacional de Aduanas, la Administración Tributaria y el Departamento Anticorrupción, será responsable de la aprobación de concesiones y licencias, rompiendo el anterior modelo de gestión fragmentada.
Para el sector del despacho de aduanas, los cambios son aún más profundos:
- La licencia para ejercer se amplía a 20 años, pero se exige una nueva certificación cada 3 años.
- Prohibición explícita de que los funcionarios públicos actúen como agentes de aduanas
- Declaraciones de bienes obligatorias para cortar los vínculos de interés con los clientes
Estas medidas van directamente al corazón de las antiguas lagunas institucionales e intentan erradicar el suelo de la corrupción mediante el diseño institucional.
Una vorágine de controversia: profundas divisiones bajo el consenso reformista
Aunque se reconoce la dirección de la reforma, el camino exacto sigue siendo objeto de acalorados debates.
Tonatiuh Márquez, director de investigaciones del Servicio Nacional de Aduanas, se mostró firmemente a favor: “Es un paso clave en la lucha contra el fraude fiscal a los combustibles.” Sin embargo, el senador del Partido Revolucionario Institucional (PRI) Rodrigo Zapater advirtió que una aplicación precipitada podría “provocar altibajos” en el comercio exterior de México.
Una crítica más mordaz vino del senador Raimundo Bolaños: “Esto no es más que una ‘cortina de humo’ para trasladar la responsabilidad de los funcionarios al sector privado, y lo que realmente hay que remediar es la mala conducta sistemática de los funcionarios.”
Respuesta empresarial: encontrar un nuevo equilibrio entre cumplimiento y coste
Para importadores y exportadores, la nueva normativa tiene un doble impacto:
Oportunidades::
- La transparencia de los procesos reducirá los costes ocultos
- La normalización de las operaciones reduce el riesgo de incumplimiento
- Servicios de agencia especializados para mejorar la eficacia del despacho de aduanas
Desafíos::
- Las comisiones de servicio de las agencias pueden aumentar 20%-30%
- El aumento de los requisitos de certificación puede provocar una escasez de agentes de calidad
- Incertidumbre en la aplicación de las políticas de transición
“Las empresas inteligentes ya están en marcha”, revela el responsable de una empresa de logística, “y todo el mundo busca socios que tengan tanto capacidad de cumplimiento como de control de costes.”
Recomendación estratégica: aprovechar el periodo de preparación de un año
A falta de un año crucial para la aplicación del New Deal en 2026, las empresas deberían:
- Evaluación exhaustiva de las vulnerabilidades de cumplimiento en la cadena de suministro existente
- Comunicación en profundidad con los agentes de aduanas sobre su preparación para la certificación
- Crear presupuestos flexibles para hacer frente a posibles aumentos de costes
- Selección de socios logísticos alineados con la dirección del cambio
Conclusión: liderar el cambio
La reforma aduanera mexicana es a la vez un reto y un coladero. Las empresas que se preparen con antelación y se adapten a fondo a la nueva normativa no sólo podrán realizar una transición sin problemas, sino que también ocuparán una posición más favorable en el remodelado mercado. Al fin y al cabo, en el comercio globalizado, el cumplimiento de la normativa no es un coste, sino la competitividad más valiosa.